¿Qué es el cáncer infantil?

El cáncer infantil integra múltiples enfermedades y tumores que desarrollan células anormales en el cuerpo. Estas se multiplican descontroladamente, se esparcen, y causan estragos en diversas partes del cuerpo.

Según la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer infantil es una de las principales causas de muerte en niños y adolescentes en Latinoamérica. En Nicaragua 11.6% de todas las muertes infantiles se deben al cáncer. El país tiene un promedio de 284 casos nuevos, y 152 muertes anuales en personas menores de 20 años. Entre la proporción de cánceres priorizados en el país están la leucemia linfoblástica aguda (28.1%), linfoma de Burkitt (0.7%), linfoma de Hodgkin (2.5%), retinoblastoma (2.8%), tumor de Wilms (3.9%), y glioblastoma (7.0%).

Cuando se trata del cáncer infantil, las causas de la condición se desconocen. Sin embargo, existen factores de riesgo como infecciones crónicas, infecciones causadas por VIH, parasito de paludismo, y el virus de Epstein-Barr. Es importante mencionar que, en el mundo, 10% de los casos de cáncer pediátrico se deben a una predisposición genética.

El cáncer infantil presenta dificultades y retos que requieren atención especializada, diagnósticos y tratamientos específicos, y un equipo de apoyo emocional muy amplio.

Clarita Lucia: Sobreviviente de Tumor de Wilms

Clarita es una paciente de 4 años que fue diagnosticada con tumor de Wilms, un tipo de cáncer en el riñón. La historia de Clara comienza en febrero de 2022, cuando su mamá, Daliana, observo que su abdomen había crecido de manera significativa. Al inicio, sus padres pensaron que parásitos podía ser una potencial razón de su abdomen crecido, pero para asegurarse de que no fuese nada malo, le realizaron un ultrasonido de abdomen. El Dr. Luis Roxelin del Hospital Vivian Pellas, a través del ultrasonido le diagnosticó a Clarita un tumor en su riñón izquierdo. Al recibir la noticia, sus padres decidieron buscar a la mejor pediatra oncóloga, y fueron referidos con la Dra. Patricia Calderón.

La Dra. Calderón es una hemato-oncóloga pediatra que se especializa en diversos tipos de cáncer infantil. Al analizar la masa en el abdomen de Clara, la Dra. Calderón le notificó a los padres que se trataba de un cáncer que tenía dos meses de evolución. Para los padres de Clarita, este diagnóstico fue completamente inesperado, ya que Clara no presentaba ningún otro síntoma aparte de su abdomen hinchado, ella parecía una niña saludable.

La decisión fue rápida, como familia decidieron comenzar el tratamiento para luchar contra su enfermedad. Clara fue sometida a más series de exámenes, estudios de imagenología, y quimioterapia prequirúrgica en preparación de la extirpación de su tumor.

La quimioterapia es el tratamiento principal para el cáncer infantil. Consiste en administrar medicamentos a través de la vena, y en ocasiones en forma de pastilla, los cuales detienen el crecimiento de las células cancerosas en todo el cuerpo. La quimioterapia además de matar las células de cáncer, también destruye las células normales del cuerpo. Por eso, es un proceso que tiene muchos efectos secundarios como la caída de cabello, pérdida de apetito, vómitos, debilidad, y úlceras en la boca.

Cuando se trata de iniciar quimioterapia con niños, además de los efectos secundarios físicos, los niños y sus padres experimentan muchos cambios emocionales. La Dra. Calderón explica que los niños en edades tan pequeñas muchas veces no entienden lo que les está pasando o porque tienen que someterse a tratamiento. Por eso es que la comunicación abierta entre el equipo médico, equipo técnico, la familia, y el paciente es esencial. En muchos casos a través de la comunicación y el apoyo, los niños se vuelven más positivos que los pacientes adultos, se adaptan más rápido a la terapia, y maduran emocionalmente de manera exponencial durante el proceso. La Dra. expresa que “los niños les dan motivación a los padres, y a pesar de sus dolores, pueden sonreír”. La familia de Clarita relata que en una ocasión al ver a un paciente adulto realizarse la quimioterapia por primera vez, Clara le aseguró “no te preocupes, no te va a doler”. A Clarita, además de su quimioterapia, le realizaron una cirugía en la cual le removieron su riñón izquierdo, y después de esperar la patología, su cirugía se declaró un éxito.

El tumor renal de Wilms se da con mucha frecuencia en niños. Sin embargo, es uno de los cánceres que tiene un 90% de probabilidades de supervivencia si se detecta de manera temprana. Además, es uno de los tumores que puede curarse con menor costo y mayor accesibilidad. La educación y conciencia sobre los síntomas y signos de alerta llevan a un mejor diagnóstico y una detección temprana, lo cual puede salvar una vida. La mamá de Clara remarca la importancia de la detección temprana, “le pido a todos los padres que estén al pendiente de sus hijos. Es impresionante poder detectar este tipo de mal tan rápido. Conozcan el cuerpo de su hijo a profundidad”.

Signos de alerta y síntomas tempranos del cáncer infantil

Antes de un diagnóstico, muchos niños no presentan ningún padecimiento en específico, y actúan de manera normal y saludable. Otros presentan algunos síntomas.

Los mayores síntomas de un tumor de Wilms incluyen:

  • Hinchazón o dureza en el vientre
  • Bulto firme y liso en el abdomen
  • Dolor abdominal
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Pérdida del apetito
  • Dificultad para respirar
  • Estreñimiento
  • Sangre en la orina
  • Presión arterial elevada (hipertensión)

Para el diagnóstico de un tumor de Wilms se pueden realizar exámenes como ultrasonidos, radiografías, tomografías, resonancias magnéticas, biopsias y análisis de laboratorio.

Para otros tipos de cáncer infantil, síntomas de los cuales los padres deben estar pendientes incluyen:

  • Pérdida de peso
  • Dolor en sus huesos o articulaciones
  • Debilidad y fatiga
  • Fiebre constante
  • Bultos o inflamación en partes del cuerpo
  • Moretones que se forman con facilidad
  • Dolores de cabeza
  • Cambios repentinos de la visión
  • Sangrados en la nariz o encías
  • Náuseas y vómitos
  • Alteraciones neurológicas como convulsiones, mareos, cambios en su caminar, o movimientos involuntarios

Si tu hijo presenta algunos de estos síntomas, contactá a su pediatra de manera inmediata para agendar una cita y discutir los posibles diagnósticos. Incluso si tu hijo no presenta síntomas, los chequeos periódicos son esenciales para la salud de tus pequeños. Aunque el cáncer no se pueda prevenir, la detección temprana es vital.

¿Qué hacer si a tu hijo le diagnostican cáncer?

Recibir esta noticia no es fácil para ningún padre y tampoco para ningún niño, nadie está preparado física y mentalmente para tal diagnóstico. Las primeras semanas son críticas en tomar la decisión del mejor tratamiento para tu hijo, la elección del hospital donde se llevará a cabo el proceso, y elegir el equipo médico que los atenderá. En este proceso, es esperado sentir emociones negativas y sentimientos de ansiedad, inseguridad, y miedo a un futuro incierto.

Durante todo el proceso de aceptación de la situación y el inicio de tratamiento, se recomienda tener el apoyo de la familia, amigos cercanos, y buscar ayuda profesional a través de un psicólogo. El usar un profesional de la salud mental puede facilitar el proceso de explicarle a tu hijo la enfermedad que tiene, todo lo que tiene que sobrellevar en sus tratamientos, y darles un sentimiento de seguridad y confianza. Tener comunicación abierta con tu hijo es ideal para no ocultarle ninguna información, y estar disponible a contestar sus dudas. También unirse a redes de pacientes y sobrevivientes del cáncer ayuda a sentirse respaldado e identificado con otros.

Al elegir su centro de tratamiento es importante tomar en cuenta el tipo de atención que recibirá el pacientito. Una clínica o un hospital debe tener equipo especializado y un personal capacitado no solamente en la enfermedad, pero también en tácticas de ayuda emocional. En el Centro de Oncología del Hospital Vivian Pellas se encuentran doctores especializados, enfermeras altamente capacitadas, y un protocolo de información transparente y constante. Existe una sensación de familiarización entre el paciente, los familiares, y el equipo médico, y se crean relaciones de calidez con los pacientitos.

Clara terminó su tratamiento de quimioterapia en septiembre de 2022, y hoy puede decir que venció al cáncer.  La familia de Clarita expresa su gratitud al equipo que estuvo a cargo de los tratamientos de la niña, y de la manera que los apoyaron a nunca rendirse y siempre ver adelante.

La Lic. Dinia Quezada, coordinadora de enfermería del Centro de Oncología, expresa su alegría por su paciente “Clarita es una niña valiente y guerrera.  La queremos mucho y la vamos a recordar siempre como la primera niña a la cual le llevamos su tratamiento completo. Ganó esta batalla y esperamos que siga ganando muchas batallas más, porque la vida continúa”.

¡Felicidades Clarita, lo lograste!